Nuestro diálogo, aquél que aquí en el Tonalestate hemos desarrollado, requirió en nosotros aquella simplicidad de espíritu o pureza de corazón (escuchando, preguntando, diciendo) que podríamos llamar “HUMILDAD”.

“La humildad es un constante pulsar de servicialidad hacia todas las cosas: las bellas y las feas, las buenas y las malas, las vivas y las muertas”.

Considero que ya en esta actitud de verdadera conversación y aceptación recíproca se hayan realizado la fatiga y la alegría del encuentro entre caracteres diversos, historias variadas o diferentes formas de ver: éste es el aspecto, por lo menos como intento inicial, de un multiculturalismo realmente respetuoso de las identidades y capaz de diálogo.

Dijimos que todos los buscadores del absoluto tienen la misma dignidad y que el hombre, para poder vivir, tiene que estar en relación con el otro; la necesidad hacia el otro también expresa la dignidad y la grandeza de la humanidad. Necesitamos escucharnos, conocernos; necesitamos ser educados y aprender, unos de otros, el deseo y la acción para el bien común.

Finalmente, quisiera decir que muchos testimonios escuchados en estos días han manifestado que existe un vínculo subterráneo entre criminalidad, Estados y grandes capitales. Este vínculo está constituido por las relaciones de dominio dictadas por las multinacionales de un Norte cada vez más rico, hacia un Sur del mundo cada vez más pobre y arrodillado. Y ése tiene un arma de destrucción masiva: la violencia estructural de la deuda, fundamentada en la lógica imperial y neofeudal de las modernas formas de neocolonialismo militar y financiero que ya se afirman en diferentes partes del planeta.

Hambre, epidemias y guerra permanente: éstos son los ángeles de la muerte, los “cuatro caballeros del apocalipsis del subdesarrollo económico”. Las nuevas mafias y las poderosas lobbies internacionales sin escrúpulos manejan las bolsas de valores, lavan dinero sucio, comercian armas: se trata de organizaciones criminales que se sirven de la oficialidad legalizada del mercado.

Todo esto crea aquel clima social por el cual “homo homini lupus”, como decía Hobbes: el hombre es un lobo para el otro hombre; y toda ocasión o evento o circunstancia es útil para dividir a los hombres, ponerlos en lucha entre ellos, destruir sus identidades, impedir la comprensión recíproca, matarlos.

¿Cómo se puede enfrentar esta situación?

Tonalestate, siendo un pequeño evento cultural, sólo puede usar una estrategia: la denuncia; una denuncia moral y de compromiso civil. Una denuncia que sea la voz de quienes no tienen voz.

Agradezco a los nos han traído testimonios tales que, además de revelar la ambigüedad de fondo de diversas organizaciones internacionales, nos vuelven a dar el valor para vencer la indiferencia y la falta de compromiso, para no callar ante la injusticia.

Agradezco a todos los Relatores.

Agradezco los Municipios de Ponte di Legno y de Vermiglio, el Mirella cultura y todas las instituciones que han participado.

Agradezco a Elena y, a través de ella, a todo el equipo de Tonalestate.

Agradezco a todo el público. Hasta luego, si Dios quiere, si tendremos también las posibilidades económicas para seguir.