Presentación Tonalestate 2004 (Español)
Tonalestate se desarrolla en Ponte di Legno (Brescia), del 28 de julio al 2 de agosto, en el marco de unas vacaciones. Durante estas jornadas, se hacen (a personalidades del mundo artístico, cultural, literario, religioso, científico o social) preguntas que, frente a nuestra incapacidad en imaginar el futuro, alcanzan interrogantes más profundas y últimas acerca del hombre, su actuar y su sentido. Este año, Tonalestate se presenta bajo el título de “Ecce Money: el dinero: capital y trabajo”.
ECCE MONEY “Aquí tenéis el dinero”: aparentemente se vale por cuanto dinero (sean dólares, euros, pesos, yen etcétera) se tiene, se ostenta, se da o se produce. Si tuviésemos que definir esta riqueza, diríamos que esta es un acumular. Y el acumular, que esta en línea permanente de guerra contra la justa distribución, no es más que la mascara alegre puesta sobre el rostro trágico de una realidad negada: de hecho, la realidad es el acumular de pocos y la trágica indigencia de muchos. Enmasca-rar dicha realidad hace parte del espectáculo civil y limpio que el rico (en dinero) occidente quiere mostrar al mundo entero: de hecho -además de acumular- la riqueza (en dinero) necesita darse a ver, necesita señales, marcas y emblemas de ultima moda: «el espectáculo es la otra cara del dinero» escribió Guy Débord.
Mirar a la complejidad del ser humano a partir del dinero, de las finanzas y del concepto común y corriente de riqueza, tiene la intención -que nace de un gusto distinto al existir- de descubrir otra forma para medir la riqueza de los hombres y de los pueblos: la verdadera riqueza no consiste en el acumular, en el dinero o en sus símbolos. Occidente y oriente tuvieron ya otros rostros y otros símbolos: aquél rostro escarnecido del cual Pilato dijo: “Ecce homo” -por ejemplo- Jesús de Nazaret; pero a la new economy ciertamente no puede gustarle un hombre injustamente crucificado, así como no puede gustarle el chador que esconde una intimidad misteriosa y femenina, o como no puede gustarle la invocación milenaria de Abraham y el hecho de nunca conquistar del mismo Abraham, amigo de un dios. El “ecce money” sustituye hoy no solo el sentido común del hombre ("ecce homo"), sino también el “ecce jesus”, el “ecce christus”, el “ecce deus”. El di-nero es -en todas partes- el señor Dinero, el “Deus” de un decrepito y rico (en dinero) occidente, cuyo poder quiere alcanzar y dirigir el universo entero.
EL DESEO DE CAPITALES El dinero (decían y siguen diciendo los moralistas) es «el estiércol del demonio».
Pero el estiércol no es tanto el dinero tomado por sí solo; de hecho, el deseo hambriento megalómano e injusto, el engaño que comúnmente se ocupa para hacerle trampa al otro hombre y el deseo desenfrenado que quiere poseer cada cosa, son “culpas” que pertenecen al hombre como tal (incluso antes de que existiera el dinero). Y el nacimiento del dinero ha facilitado estas “culpas”.
La frase del escritor italiano Leopardi (“pintadas en estas riveras/son de la humana gente/ los magníficos destinos y progresivos”) es el testi-monio realista y poético de la ingenuidad humana con respecto al progreso: el hecho de creer que el hombre haya avanzado únicamente hacia el bien y que no tenga -dentro de sí- la posibilidad de perderse y arruinarse por completo, le quita espacio a la libertad (es decir a la posibilidad de elegir entre el propio «estiércol» y la humanidad verdadera propia de cada quien). Antes aún de la así llamada “auri sacra fames” (el hambre sagrado de oro), existe la denominada “sacra fames”, es decir el deseo humano, desenfrenado y egoísta, de bienes materiales y capitales, «estiércol» del hombre; y el dinero no ha hecho más que ampliar este deseo desenfrenado a través de nuevas formas y posibilidades, de forma progresiva hasta alcanzar el universo entero.
EL TRABAJO HUMILLADO Hoy en día, puesto que el vocabulario económico-social del marxismo ha pasado en manos de la conservación y del poder, se le dice -al que trabaja- que, al fin y al cabo, lo que más cuenta es la economía (mientras que -por otro lado- el deseo de darle un sentido ultimo a la vida, el deseo de justicia, la política entendida como servicio del hombre, son supuestamente estructuras secundarias, que podrían frenar el progreso, progreso que es visto únicamente como desarrollo de la economía). Y -de esta forma- el trabajo humano (ya sea a nivel de empresas o trabajo dependiente), sumergido por la búsqueda del oro, se ve humillado, se vuelve vil y servicial. Y, además, en lugar de molestarse con la desenfrenada “auri sacra fames” típica de los poderosos acumuladores, el poder aplasta a los hombres normales que trabajan con manos, cerebro y corazón; e, inclusive, los critica, condenándolos como deseosos de bienes materiales, tachando de “subversivo” o de “comunista” al trabajador que se lamenta de los bajos salarios.
Para medir realmente al hombre y a su trabajo no se puede ocupar un instrumento tan limitado y parcial como es el dinero; el trabajo es tiempo, energía, sacrificio, cultura y pasión por nuestra única existencia terrena: debe de ser realizado en nombre de algo por lo cual valga realmente la pena vivir. Y por esto deseamos leer algo distinto, mientras tanto, en la actitud del personaje de la obra de Vermeer (“La lechera”), imagen que Tonalestate ha escogido para la edición de este año: deseamos ver en ella las virtudes civiles del digno trabajar humano.
LA PAZ, EL AGUA Y LAS VACACIONES Tonalestate reserva siempre una entera jornada (o distintos momentos a lo largo de las jornadas) a la paz, conscientes de que solo la justicia puede engendrar la verdadera paz, cuyo verdadero valor reside en el perdón y no en una espi-ral de odio y violencia que parece no acabar nunca. Tonalestate da lugar a posibilidades de confrontación y de escucha entre distintas realidades en conflicto (de Palestina a Irlanda, de Chechenia a Irak, de los Países Vascos a América Latina).
En el marco de “Ecce Money” -además- Tonalestate hablará también sobre el tema del agua, bien común a defender como parte esencial de la verdadera riqueza humana. Hay potentísimas empresas que explotan el agua; sin embargo, también hoy, mas de un millar y medio de personas no tienen acceso al agua potable, por la cual no se debería pagar, sino más bien debería de ser justamente distribuida.
Esto es Tonalestate: personalidades de la cultura, jóvenes, profesores, estudiantes, profesionales, trabajadores, familias, voluntarios y responsables de asociaciones pro-venientes de varios Países del mundo (a los cuales se suman los turistas y la población local) que constituyen un lugar de dialogo y de encuentro, que es la esencia del mismo Tonalestate y que se lleva a cabo dentro de unas breves vacaciones, las cuales desean ser una pequeña señal de una humanidad distinta y positiva, capaz de un nuevo gusto por la vida y de su riqueza.