El fiscal. Obra de teatro.
La pièce teatrale che qui presenta il suo giovane regista, Carlos Ciade, è stata rappresentata al Centro de Desarrollo social di Città del Messico il 17 e il 20 luglio 2016.
Cuando comenzamos los ensayos para la representación de la obra “El Fiscal”, basada en la homónima novela que Antonio De Petro escribió en 1981, luego de la gran acogida que inspiró Dies irae, no teníamos gran idea de lo que implicaba.
Lo primero que hicimos en los dos grupos con los que se trabajó para la escenificación, fue realizar un curso de lectura dirigida para entender el contenido de la obra, la forma como estaba escrita y las alusiones que en ella se encontraban.
Nos dimos cuenta en nuestra lectura que había una fuerte alusión al uso de la conciencia por lo que quisimos también ahondar en este aspecto. Para ello, nos reunimos para ver juntos la pelicula “La rosa blanca”, un film acerca del caso de Sophie Scholl, la joven universitaria que junto a su hermano y sus companeros universitarios, se encargaron de distribuir volantes del movimiento Rosa blanca de oposición al régimen nazi durante la segunda guerra mundial, hecho que los condujo a ser sentenciados a la pena capital. En uno de los interrogatorios presentados en el film, a la protagonista es propuesta la ocasión de declararse inocente y ser condonada de la sentencia, a lo que ella responde que no puede hacerlo debido a su conciencia.
Este llamado a la conciencia nos ayudó a perfilar cada personaje, desde los comensales que aparecen en la obra que buscan a toda costa ser liberados de la escena para volver a sus actividades cotidianas como si nada hubiera sucedido, respondiendo con teorías acerca de lo sucedido sin indagar más a fondo, como si cada acontecimiento pudiera ser definido conforme a esquemas preconstituidos.
Además del profundo contenido que la obra plantea, el montaje llevó a las alumnas a hacer el esfuerzo de uso de la memoria, facultad olvidada y despreciada en nuestros días, pero que es de gran ayuda no únicamente en los estudios, sino también en la busqueda de soluciones, identificar el tipo de situación en la que uno se encuentra puesta en referencia con lo vivido anteriormente; por otro lado, el presentarse en un escenario proponía vencer la timidez, que en muchos casos es una mirada fija en sí mismo, poniéndose al centro sin dejar actuar a la circunstancia y su promesa; finalmente, la experiencia teatral pone de manifiesto la bondad del trabajo colectivo, la colaboración con personas distintas y no elegidas por uno mismo que ayuda a entender que las personas a mi alrededor no están ahí para mi satisfacción sino por una tarea siempre por descubrir.
Por ello, la finalidad de la puesta en escena era pedagógica, formativa y fraternal: pedagógica porque propone elementos muy precisos de comportamiento social y personal; formativa porque da contenidos de reflexión de profundidad humana que están al fondo de una actitud de confianza ante el destino; por último, el trabajo en conjunto despeja la idea muy presente en nuestros días de que uno esta solo y solo tiene que encontrar su salida y salvación en cada situación, mientras que eso es imposible porque nadie esta aislado por completo y porque el prójimo ayuda a descubrir el misterio presente en cada aspecto, pues el prójimo, el otro, no me pertenece y bajo ninguna circunstancia podría haberlo imaginado así como es, por lo que su presencia da voz concreta a lo que no puedo manipular, y que sin embargo me acompaña.
Con la puesta en escena, las alumnas culminaron un trabajo árduo pero inédito, para ellas que no son actrices, para quienes asistieron a la puesta en escena porque fue la primera puesta enescena en la historia de la obra.