‘Cronista entre el público’
Bajo la mirada severa y eterna de los Alpes italianos, una vez más, el Tonalestate ha reunido, en el Passo del Tonale y en Ponte di Legno, a jóvenes y no tan jóvenes de los cinco continentes de este nuestro mundo, para dar píe a su trabajo de reflexión y profundización sobre el tema que este año se propuso abordar: “Genocidios y masacres”. Sin embargo, tratando de no quedarse en la abstracta generalización, el Tonalestate ha querido coronar dicha reflexión con las palabras de Virgilio: “auri sacra fames”. Se asesina, pues, no sólo por celos, venganza o fastidio, sino sobre todo por la gran necesidad que el hombre tiene de riqueza.
Así pues, bajo la mirada de los Alpes, y bajo la mirada, también, de la famosa pintura de Goya, “Saturno devorando a sus hijos”, que sirve como imagen del manifiesto del Tonalestate 2011, se ha comenzado a hablar, a reconocer y a denunciar aquella hambre maldida que ha llevado al hombre a convertirse en el lobo del hombre.
Pero el Tonalestate no sólo quiere hablar y denunciar, aun si, como nos recordaba Maria Paola Azzali, en la presentación de esta nuestra manifestación cultural, denunciar es una acción civil importantísima y necesaria. No obstante, los cimientos de las islas de esperanza y de resistencia, que el Tonalestate siempre ha deseado, y desea, crear, encontrar, conocer y reconocer, no se hayan en la pura denuncia. Quién sabe, es lo que trataremos de averiguar en los próximos días, pero quizás lo primero y más importante sea reconocerse contigentes, seres en proceso de realización y enfermos, enfermos de esta “auri sacra fames”, y, por lo tanto, necesitados, dependientes del otro y del totalmente Otro. Al menos, esto ha sido lo que, de una u otra manera, nos han hecho ver Francisco Prieto, el cardenal Giovanni Battista Re, Carmelo Dotolo, Marc Leclerc, Marcello Buiatti, Domenique Vidal y Giorgio Fornoni, relatores todos de esta jornada inagural.
Sólo por poner un ejemplo, Francisco Prieto nos recordaba, en la ponencia inagural, que el mundo contemporaneo parece ser, sin más, la negación de la caridad evangélica, pero nos recordaba también que, en México, la última gota de esperanza (el Movimiento por la paz, con justicia y dignidad, inspirado por el poeta mexicano Javier Sicilia), para reconstruir el tejido social, destruido por la así llamada Guerra contra el narcotráfico, y que no deja de ser una guerra civil, tiene un incorruptible fondo cristiano, es decir, un incorruptible fondo de dependencia del totalmente Otro.
La gran necesidad que el hombre tiene, no es, pues, necesidad de riqueza, sino necesidad del totalmente Otro.